La medicina interna se enfoca en el cuidado de adultos y los médicos internistas están altamente capacitados para diagnosticar y tratar una amplia variedad de enfermedades en esta población.
Medicina Interna
“La medicina interna es la especialidad que aborda la salud del adulto de manera integral.”
La Medicina Interna es una especialidad médica que se centra en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades en adultos. Los médicos internistas, también conocidos como internistas, tienen una amplia formación en diferentes áreas médicas, incluyendo la cardiología, la endocrinología, la gastroenterología, la hematología, la nefrología, la oncología, la neumología, la reumatología, entre otras.
Los internistas se encargan de tratar enfermedades que afectan a múltiples órganos o sistemas del cuerpo y que pueden ser complicadas o difíciles de diagnosticar. Utilizan técnicas avanzadas de diagnóstico y tratamiento, como pruebas de laboratorio, imágenes médicas y procedimientos invasivos.
Además de tratar enfermedades, los internistas también se centran en la prevención de enfermedades y promoción de la salud. Trabajan con los pacientes para ayudarles a controlar las condiciones crónicas, como la diabetes y la hipertensión arterial, y para hacer cambios en el estilo de vida que pueden mejorar su salud.
Los médicos internistas pueden trabajar en hospitales, clínicas y consultorios privados. También pueden trabajar en equipos multidisciplinarios junto con otros especialistas médicos y de la salud para proporcionar atención integral a los pacientes.

Enfoque Integral
Tratamiento del paciente como un todo.
La medicina interna se enfoca en tratar al paciente como un todo, abordando todas las enfermedades y condiciones médicas que puedan afectar su salud.
Diagnóstico preciso
Uso de herramientas de evaluación clínica avanzada.
Los internistas son expertos en diagnosticar enfermedades difíciles y complejas a través de una combinación de pruebas y evaluación clínica
Prevención y manejo
De enfermedades crónicas.
Los internistas ayudan a prevenir enfermedades y a manejar condiciones crónicas como la diabetes, la hipertensión y la enfermedad cardiovascular, con un enfoque en la promoción de la salud y la prevención de complicaciones.



